20 Mar Tipos de piel, ¿cuál es la tuya?
La piel es el órgano de mayor tamaño en el ser humano. Su grosor varía según la localización. Tiene la máxima delgadez en los párpados y el mayor grosor en la planta de los pies y palmas de las manos.
Se pueden utilizar diferentes criterios para clasificar la piel. Una de las más aceptadas se basa en la naturaleza de la emulsión que se forma sobre la superficie corporal entre las moléculas lipídicas y acuosas cutáneas o externas, denominada manto hidrolipídico o emulsión epicutánea. Siguiendo esta clasificación, la piel se divide en:
Piel grasa:
Se caracteriza por la presencia de grasitud, oleosidad y puntos negros, junto con poros grandes, visibles y alargados en algunos casos. En muchos casos la poseen personas que también tienen pelo graso.
Piel seca:
Presenta poros pequeños, es suave y no se observan usualmente granos, puntos negros ni espinillas. Requiere cuidados específicos de hidratación y humectación para evitar verse quebradiza, opaca o escamosa.
Piel normal:
Con poros diminutos y cerrados que raramente se hacen visibles, este tipo de piel no posee ni espinillas ni impurezas en demasía. No se encuentra descamada ni tirante, y no posee gratitud en exceso. Presenta un color sano, rozagante.
Piel fotoenvejecida:
Es un tipo de piel hiperqueratinizada con predisposición a la formación de arrugas y líneas de expresión. Presenta manchas pigmentarias y carencia en el tono muscular. Esta piel se puede observar en personas que han tomado sol por muchos años sin protección, en exceso y sin control médico.
Piel reactiva o sensible:
Esta piel puede pertenecer a cualquiera de los tipos antes enumerados, aunque la piel seca, fina o delgada tiene mayor índice de probabilidades de ser sensible, delicada, y de requerir más cuidados que la piel grasa, ya que suele irritarse con mayor facilidad en contacto con cosméticos, perfumes o cremas.
Independiente del tipo de piel y la edad, lo más importante es cuidarla de acuerdo a las recomendaciones del especialista.
Fuente: ABC Salud.