09 Nov Lo que debes saber de la salud dental en el embarazo
Debido a los cambios hormonales que se presentan en el embarazo, las encías se vuelven más sensibles a la acumulación de placa bacteriana. Esto favorece la aparición de gingivitis. Por otro lado, producto de los vómitos del embarazo cambia el pH de la boca haciendo posible la aparición de caries y erosión ácida del esmalte dental.
Frente a este panorama, la clínica Ortodontik entrega una serie de consejos para cuidar tus dientes si es que estás esperando guagua o ya la tuviste. En esta etapa, preservar la higiene bucodental y tener una alimentación equilibrada son medidas fundamentales para prevenir problemas.
Tratamientos
Respecto a los posibles tratamientos que se pueden realizar durante el primer trimestre del embarazo suelen ser solo los de urgencia. Esto porque durante dicho período se van a formar las estructuras principales del bebé tales como el Sistema Nervioso Central con el cerebro, el corazón y el Sistema Vascular.
“El segundo trimestre suele ser el momento ideal para realizar cualquier tratamiento dental, no existiendo ningún problema en utilizar anestesia local. El odontólogo usará fármacos anestésicos que no afectarán a tu bebé. Y en el tercer trimestre no es recomendable por la incomodidad que le produce a la embarazada la posición para los tratamientos”, sostiene la Dra. Jacqueline Opazo, ortodoncista de Clínica Ortodontik.
Radiografías
La especialista comenta que “son un elemento diagnóstico muy importante y la radiación que producen es mínima. Por lo que durante el embarazo, si se requiere, se pueden realizar radiografías dentales siempre y cuando se ponga un delantal de plomo que cubra el abdomen de la embarazada y proteja al bebé”.
Frente a los tratamientos estéticos de blanqueamientos dentales no se recomienda realizarlos durante el embarazo, lactancia, ni durante tratamientos de fertilidad. Ello porque los procedimientos con Óxido Nitroso están contraindicados por el riesgo de aborto espontáneo en los primeros meses o parto prematuro en los últimos meses. Y también porque no hay estudios suficientes acerca de su efecto.
Caries
Uno de los mitos que escuchamos respecto de los dientes y el embarazo es que “cada hijo me costó un diente”. Sin embargo, los estudios clínicos demuestran que la gestación no contribuye directamente al proceso de la caries, pues el calcio presente en los dientes de la mamá permanece estable y no es factible que la demanda del feto logre generarlas.
“La razón principal estaría asociada a mal control de la placa bacteriana y malos hábitos alimentarios. Una evaluación temprana por parte del odontólogo puede evitar el avance de la enfermedad”, comenta Opazo.
Lactancia
La lactancia materna no solo tiene enormes beneficios nutritivos, inmunológicos y emocionales para el bebé, sino que favorece el correcto posicionamiento de las arcadas dentarias y con ello una buena oclusión (buena mordida entre los dientes superiores e inferiores).
“La lactancia materna también facilita la respiración nasal del bebé, ayuda a un correcto posicionamiento de la lengua y a un buen desarrollo de la musculatura oral, previene patrones de deglución anormales, promueve una correcta forma del paladar, aumenta el flujo salival, entre otras ventajas”, comenta.
Sin embargo, cuando se prolonga después del año —si es diurna y/o después de la erupción del primer diente de leche si es nocturna— puede favorecer la aparición de caries en el bebé.