25 Feb La piel en la oficina
Pasar demasiadas horas en la oficina no es bueno, y tampoco lo es para tu piel. Aquí van 9 consejos prácticos para luchar contra la sequedad e irritación del aire acondicionado y la falta de humedad de los lugares cerrados.
Hidratación
Busca una correcta hidratación. El aire acondicionado disminuye la temperatura extrayendo humedad del ambiente, creando un microclima seco y frío. El intento de equilibrar la temperatura y humedad de nuestro organismo ocasiona una pérdida de líquido y deshidratación.
Constancia
Sé especialmente constante con las áreas expuestas: cara, cuello, escote y extremidades. Conseguir una piel correctamente hidratada le aporta luminosidad, elasticidad y mejor aspecto; no es solo una cuestión estética, previene la aparición de infecciones y eczemas.
Cantidad
Hazlo dos veces al día. Todas las pieles, incluso las grasas precisan ser hidratadas. Cada tipo de piel necesita, según sus características, un hidratante específico.
Limpiadores
Previo a la hidratación facial usa limpiadores suaves que se caractericen por un pH no alcalino y su alta tolerancia.
Agua
Hidrata también desde el interior. Tu piel necesita la ingesta diaria de 2-3 litros de agua al día, una dieta equilibrada en frutas y verduras, que aporta abundante agua y antioxidantes y evitar el consumo de tabaco y estimulantes.
Sin aceites
Los hidratantes para pieles grasas no deben aportar aceites y deben estar compuestos por sustancias no comedogénicas, incorporando agua y propielinglicol como base hidratante.
Sensible
La piel expuesta sensible, en entornos con aire acondicionado/climatizador, notará además de sequedad, picor y enrojecimiento. Evita cosméticos con sustancias que favorezcan la renovación celular y utiliza aquellos que contengan sustancias calmantes.
Seca
La piel expuesta seca no deben usar productos con alcohol o propielinglicol. Se utilizan fórmulas que aporten agua, aceites vegetales como el ácido linoleico y ceramidas, así como distintas concentraciones de vaselina o lanolina.
Contaminantes
Se deben, además, controlar los múltiples contaminantes que agreden a la piel y que se pueden encontrarse en entornos laborales con aire acondicionado/climatizador: agentes químicos (formaldehído, compuestos orgánicos volátiles, polvo, fibras, dióxido de carbono…), agentes biológicos (bacterias, hongos esporas, toxinas, ácaros…), y agentes físicos (humedad relativa, ventilación, ambiente térmico…).
Por: Fundación Piel Sana.