23 Abr Cómo cuidar la piel de las axilas
Nuestra piel es más que el simple envoltorio de nuestro cuerpo, ya que está íntimamente relacionada con otros órganos y sistemas, en especial el sistema nervioso e inmune.
Además, cumple importantes funciones en nuestro organismo, ya que es una barrera contra las agresiones físicas y químicas del medio y participa en la regulación de la temperatura corporal, entre otras.
La dermatóloga Susana Ruiz-Tagle explicó la importancia de este órgano: “Una piel sana no solo es reflejo de los cuidados específicos que le procuremos, sino que de todos los factores que permiten gozar de una buena salud general, como alimentación saludable, correcto hábito de sueño, actividad física, entre otros”.
Además, explica que la descamación de la piel es un proceso natural y constituye la etapa final del ciclo de crecimiento y maduración de las células de la piel que, en una piel sana y bien humectada, dura aproximadamente 4 semanas. “La falta de humectación, los irritantes químicos, los traumatismos (roce), la exposición excesiva a la radiación solar, causan daño en la barrera cutánea de la piel produciendo inflamación, lo que puede desencadenar en el oscurecimiento difuso de la piel afectada”.
Cuidados
La Dra. Ruiz-Tagle recalca que el cuidado de la piel es esencial, y éste se puede dividir en 2 pasos fundamentales:
- limpieza
- humectación
A esto se agregan las medidas de cuidado específico con alguna finalidad de tratamiento determinada. “Los limpiadores están diseñados para eliminar el exceso de suciedad, mientras que los hidratantes y humectantes tienen por objeto recuperar el daño de la barrera cutánea, limitando la pérdida de agua a través de la piel o captando humedad”.
Respecto a las axilas, una zona delicada de la piel, la especialista entrega algunos tips específicos para su cuidado:
- Los pliegues de la piel, como es el caso de las axilas, son zonas que se pigmentan con más frecuencia que el resto, produciendo las temidas manchas. Esto debido a factores externos como el sudor, el hecho de que sea una zona habitualmente cubierta por ropa, los hábitos como la depilación y el contacto con potenciales irritantes.
- Es importante realizar un aseo diario de nuestras axilas con agua templada y jabón suave.
- Debemos usar antitranspirantes que sean efectivos y bien tolerados por nuestra piel, los que además deben aportar humectación. Lo ideal es que contengan componentes naturales que ayuden a evitar la inflamación.
- Hay que evitar el roce excesivo, por ejemplo con ropa muy ajustada, y no exponer nuestras axilas directamente al sol. También debemos protegerlas de la radiación UV.
- Es necesario recurrir a un especialista ante cuadros de inflamación y/o pigmentación severa o recurrente de las axilas, para poder optar a un diagnóstico y tratamiento adecuado.
- También es necesario consultar para elegir el método de depilación más adecuado para cada tipo de piel.