Blog Popeye / ¿Las dolencias mentales pueden causar problemas a la piel?
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¿Las dolencias mentales pueden causar problemas a la piel?

¿Las dolencias mentales pueden causar problemas a la piel?

La psicodermatología incluye cualquier aspecto de la dermatología donde los factores psicológicos puedan jugar un rol significativo en el origen o desarrollo de una enfermedad de la piel.

Se estima que en la actualidad hasta un tercio de los pacientes dermatológicos requiere consideración de factores psicológicos o emocionales asociados, para el manejo efectivo de su afección cutánea. Así lo explica el Dr. Rodrigo Loubies, especialista de la Sociedad Chilena de Dermatología. “Las enfermedades psicosomáticas son multifactoriales en su origen y evolución. Las personas que padecen enfermedades psicocutáneas, en general, puede presentar como condición predisponente algunos signos de ansiedad, depresión o rasgos obsesivos-compulsivos”, señala.

Clasificación

Las enfermedades psicocutáneas se pueden clasificar en 4 grandes grupos:

1.- Desórdenes psicofisiológicos: Por ejemplo personas con psoriasis, vitíligo o dermatitis atópica, que pueden ver empeorados sus cuadros frente a situaciones con estrés.

2.- Desórdenes psiquiátricos primarios: Por ejemplo la delusión parasitaria.

3.- Desórdenes psiquiátricos secundarios: Problemas psiquiátricos secundarios a enfermedades desfigurantes de la piel.

4.- Desórdenes sensoriales cutáneos crónicos: Por ejemplo vulvodinia o escrotodinia.

5.- Condiciones que se benefician con el uso de medicamentos psicotrópicos para indicaciones no psiquiátricas: Por ejemplo en urticarias, neuralgias post-herpéticas.

Existe una serie de otras condiciones clínicas que se incluyen en alguna de las categorías anteriores. Por ejemplo, el acné excoriado, liquen simple crónico, enfermedades dismórficas, dermatitis artefacta, prurigo nodular, tricotilmanía, neurodermatitis y excoriaciones neuróticas.

Multifactorial

Dado que en su origen participan diversos factores personales y ambientales, la persona que enfrenta este problema requiere una evaluación y manejo personalizado. Este debe incluir la interpretación e intervención de los diversos factores asociados.

Un manejo parcial o incompleto puede llevar a la perpetuación en el tiempo de los síntomas, a la cronificación y agravamiento de los síntomas. En muchos casos lleva también a la “frustración” por parte del paciente al sentirse incomprendido o que no la medicina convencional no le entrega soluciones.

 

Fuente: Sociedad Chilena de Dermatología.