28 Jun Leer cuentos desde bebé
Cuando una madre lee con sus hijos está desarrollando sus habilidades intelectuales. Pero por sobre todo está fortaleciendo el lazo emocional. Y es que leer un libro a los hijos fortalece los vínculos afectivos que ya existen desde el nacimiento. Esto será la base para las relaciones que el pequeño establezca con las demás personas a lo largo de su vida.
Contarle un cuento a un niño implica una actividad de apego y será uno de los momentos que atesore para siempre. Es un tiempo para compartir juntos y de dedicación exclusiva para él, lo que fomentará la confianza en sí mismo.
La profesora Paulina Schwarze, magíster en comprensión lectora y subdirectora de Editorial Caligrafix, indica que el hecho de que un niño todavía no sepa leer no implica que no pueda disfrutar las historias de un libro. Es el adulto (la madre) quien hace de intermediario entre el cuento y el hijo. Esto permite que a través de la expresión de las emociones que se narran, el pequeño pueda interesarse en la lectura.
“Además, hay muchos libros para bebés que son muy llamativos e interactivos y que despiertan su interés desde que los ven. Incluso se puede comenzar desde la vida intrauterina: la madre puede narrar historias y leer cuentos, poesías y temas de diverso interés. Resulta fundamental que el bebé en crecimiento escuche habitualmente la voz de su madre y de la familia que lo rodea, por sobre las voces de radio o televisión”, explica.
Encuentro íntimo
Según la especialista, el fomento lector puede continuar apenas llegamos al mundo. Y es que el recién nacido abre sus ojos y comienza a leer todo lo que le rodea: el rostro de su madre, sus gestos y caricias. Así aprenden que éstos tienen poder comunicativo. Lo mismo ocurrirá después con las palabras y el lenguaje.
Cuando una mamá le lee a su bebé se está dando un encuentro muy íntimo. Su voz lo acoge cariñosamente mientras narra historias, canta canciones o recita versos y retahílas.
Schwarze señala que contar cuentos a los pequeños amplía su capacidad de comprensión y uso del lenguaje. Además, ayuda al desarrollo de la atención, imaginación, creatividad y expresión de emociones. “Es importante que el niño, además de oír la lectura, pueda ver y tocar el libro. Esto le permitirá relacionarse con el texto y aumentar su interés en las historias”, indica.
Cuando se fomenta la lectura en los niños aparecen beneficios en el desarrollo cognitivo y emocional: aprenden a escuchar, esperar su turno, reconocer emociones, etc. Pero si es la mamá quien lee cuentos a su hijo y lo acompaña en este recorrido, sin duda el leer se hará de manera tan natural como aprender a caminar o respirar.
Consejos
-Es bueno contar con varios títulos y adecuados para su edad.
-Deje que el niño pueda acercarse a los libros como un objeto cotidiano. Es importante que estén a su alcance y puedan manipularlos. Hay que permitirle tocarlo, revisarlo, olerlo.
-Léale antes de dormir. En la medida que se acostumbre será un momento esperado y una experiencia enriquecedora.
-Si queremos que nuestros hijos lean debemos predicar con el ejemplo. La mejor manera que ellos asocien la lectura como algo placentero es que vean a sus padres leyendo.