Blog Popeye | Manchas en la piel, los efectos del sol y el embarazo
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Manchas en la piel: los efectos del sol y el embarazo

manchas de piel y como sacarlas

Manchas en la piel: los efectos del sol y el embarazo

Después del verano algunas personas aparecen con manchas en distintas zonas de su cuerpo. La culpa la tiene el sol, que favorece la pigmentación y de paso aumenta el riesgo de cáncer cutáneo.

La dermatóloga Pilar Bofill señala que, tras la pubertad, y con mayor frecuencia entre la quinta y sexta década de vida, aparecen léntigos solares (manchas). Esto como consecuencia de la exposición solar crónica. Son frecuentes en personas de piel clara, pero también se observan en fototipos más oscuros. Aparecen en zonas expuestas como cara, antebrazo y dorso de manos. En la región del escote y de los hombros, así como en el dorso alto es frecuente observarlas tras una quemadura solar.

Se trata de manchas de color pardo oscuro, de 1 cm o más de tamaño y con bordes irregulares. Persisten sin aumento o disminución de su tonalidad en toda época del año.

Para prevenir su aparición la dermatóloga recomienda evitar la exposición solar, privilegiar el uso de sombrero y filtro solar. Estas manchas pueden tratarse con cremas despigmentantes, nitrógeno líquido y láser.

Manchas de embarazo

Durante el embarazo se producen cambios endocrinos, metabólicos, inmunológicos y psíquicos con efectos variados en la piel. Entre ellos, los cambios pigmentarios.

Cerca del 90% de las mujeres presenta aumento en la pigmentación durante el embarazo, sobre todo las de tez morena. Se oscurece la piel de las areolas mamarias, región genital, línea media del abdomen y zonas de fricción (muslos y axilas). El tamaño y la pigmentación de los lunares también aumenta, así como la coloración de cicatrices.

Las manchas de la cara se denominan melasmas  y se presentan en el 75% de los casos. Son más acentuadas y frecuentes en la segunda mitad del embarazo. Se observan zonas tipo “paño” en frente, mejillas, zona peribucal, mentón y a veces en pómulos. Se acentúan ante la exposición solar. También pueden observarse con el uso de anticonceptivos orales.

El melasma asociado al embarazo disminuye en el año posterior al parto y persiste en cerca de un tercio de los casos. El tratamiento más importante es la prevención, evitando la exposición solar y usando filtros solares con protección UVB y UVA. Estos deben aplicarse a diario y reaplicarse durante el día.

Las cremas desmanchadoras u otras alternativas de tratamiento pueden emplearse después del parto y las indicaciones se ajustan a cada paciente.