14 Ago Mis medias de fútbol
Teniendo 13 años solo tenía en mente jugar fútbol y hacer de eso mi vida, mi sustento y mi futuro.
Como hijo de una maestra de escuela, la situación por esos tiempos no era de las mejores, y eso implicaba ciertas restricciones, incluso con el detergente. Yo entrenaba y jugaba cada “pichanga” a la que se me invitaba, pero con las precariedades que había en casa solo tenía un par de calcetas blancas que una vez terminados los encuentros, lavaba constantemente a fin de prepararlas para la próxima ocasión. Tanto así que me escondieron el detergente, quedó guardado bajo siete llaves.
Al observar los lavados de fin de semana de mi madre vi que aplicaba jabón Popeye a ciertas prendas, especialmente a las camisas blancas…
Pensé en el color de mis medias de fútbol y comencé a restregarlas con este jabón verde. Después de un tiempo empecé a utilizar agua caliente, allí disolvía el jabón y las dejaba enjuagando, ¡éxito total! Hasta que la dueña de casa se percató de que el jabón iba disminuyendo y su destino fue el mismo que los otros artículos de lavado: terminaron con un candado en una repisa.
Hoy mi madre con 81 años es jubilada de profesora. Yo no llegué a ninguna parte en el fútbol…¡a ninguna! Las medias blancas de ese entonces fueron reemplazadas por otras Pero tengo 53 años y el jabón Popeye ahora en la logia de lavado de mi hogar me invita a pensar en qué no daría por volver a tener 13 y restregar mis calcetas de fútbol.
Por: Rigoberto Aguilar
