Secreto de belleza para caballeros
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Secreto de belleza para caballeros

Secreto de belleza para caballeros habla de Popeye

Secreto de belleza para caballeros

Mi historia es de toda la vida, cuando era muy pequeño recuerdo a mi mamá reclamando: ¡Quién me sacó el jabón! Y mi papá se hacía el leso y escondido devolvía el jabón. Un día fui a ver qué hacía mi papá con el jabón Popeye y lo vi preparar mucha espuma que se ponía en la cara; parecía el “viejito pascuero”. Lo usaba para afeitarse, y una vez que terminaba, lo dejaba en la ducha y lo usaba para bañarse.

Le pregunté por qué usaba el jabón escondido y me dijo que era el secreto de su “belleza”, porque le dejaba suave la piel y el cabello, y no quería que lo descubrieran. “Este es un jabón mágico hijo, tu mamá lo usa para desmanchar, para blanquear, lavar los chalecos de lana que quedan más esponjosos, lavar ollas y muchos otros usos. Lo que no sabe la gente es que sirve para que las personas nos pongamos más bonitos; poco a poco vas mejorando, a mí, por ejemplo, se me encrespó el pelo y se me suavizaron los bigotes”, me dijo.

Efectivamente mi mamá siempre tenía Jabón Popeye desde que se casó, ya han pasado 75 años desde entonces. Ella lo usaba para lavar los pañales, remojar las toallas, hervir los paños de cocina, lavar mi mameluco del colegio. Me acuerdo cuando iba a la escuela muy engominado y limpio con mi mameluco impecable y perfumado a jabón Popeye.

El 9 de junio cumplo 70 años y durante toda mi vida Popeye ha estado presente en la crianza de mis hijos, en la mantención de la casa, en los cuidados especiales durante la Pandemia y, por qué no decirlo, recordando y añorando mi hogar con su particular aroma en el Hospital, cuando fui trasplantado.

Jabón Popeye me ha acompañado toda una vida, he seguido la tradición de mi padre día tras día ¡y soy el más lindo del barrio!


Por: Manuel Serrano