06 Ene Baños de bosque: un ritual para mejorar tu salud
Varios autores, principalmente de Japón, han estudiado en profundidad los beneficios para la salud de los llamados baños de bosque, baños de naturaleza o shinrin yoku. Destaca el trabajo de los doctores Qing Li y Yoshifumi Miyazaki, el primero de ellos inmunólogo, quienes han realizado interesantes descubrimientos científicos que comprueban el poder positivo que tiene la conexión con la naturaleza y particularmente con bosque sobre la salud integral de las personas (mente, cuerpo y espíritu).
En términos sencillos, los baños de bosque se refieren al arte de caminar lentamente por el bosque o naturaleza en general, con la calma y sin dar espacio a la prisa, a las preocupaciones, apagando el celular, dejando la mente concentrada en la vivencia del ahora y conectándose conscientemente con los sentidos.
El shinrin yoku también está reconocido como un arte de conectar emocional, mental, espiritual y físicamente con la naturaleza a través de los sentidos. La naturaleza debe entrar a través de los oídos, los ojos, la nariz, la boca, las manos y los pies (descalzos).
Abrazar árboles
El poder de la naturaleza sobre la salud humana puede expresarse a través de una conducta tan simple como abrazar árboles. De acuerdo a Ángel Lazo, ingeniero forestal de Conaf, esto se debe a que todos los árboles y la vegetación en general emiten fitoncidas, aceites esenciales que al ser respirados por las personas posibilita la prevención de enfermedades, dado que bajan los niveles de la hormona cortisol y adrenalina (causante del estrés). El experto añade que incluso oler tierra húmeda mejora el ánimo, pues en el suelo existe una bacteria inocua para nosotros y de gran beneficio para el estado de ánimo de las personas.
Cabe destacar que estos aceites naturales de las plantas o fitoncidas, con definido aroma dependiendo de cada especie, son segregados por los árboles para protegerse de bacterias, insectos y hongos. También forman parte de la red de comunicación entre los árboles.
Beneficios de los baños de bosque
- Fortalece el sistema inmunológico
- Reduce la ansiedad y la depresión
- Reduce las hormonas del estrés, disminuyendo los niveles de cortisol y adrenalina
- Mejora el estado de ánimo y salud
- Mejora el funcionamiento del sistema cardiovascular y regula la presión arterial
- Incide en un menor sobrepeso y obesidad
- Ayuda a conciliar el sueño
- Contribuye a la salud mental y espiritual
- Contribuye a la cohesión y bienestar social
- Mejora el humor y la autoestima, elementos cruciales para la felicidad personal
Dónde hacerlo
Se practica en lugares donde exista naturaleza, como los senderos habilitados de áreas silvestres protegidas del Estado. En vista de ello, desde hace un tiempo Conaf está preparando a su personal como Guías de Baños de Bosques en el Monumento Natural Cerro Ñielol, Reserva Nacional Río Clarillo, Reserva Nacional Nonguén y Parque Nacional Bosque Fray Jorge. Pronto se irán sumando otros espacios.
Pero de acuerdo al experto Ángel Lazo, los parques urbanos y semiurbanos son propicios también para obtener los beneficios de esta práctica. Incluso en tu jardín de la casa o en un hospital, como el Hospital Calvo Mackenna o Salvador, que ya tienen los llamados “Jardines de Sanación”.
Cómo hacerlo
Se recomiendan paseos de mínimo dos horas e idealmente de cuatro horas, en forma relajada, con ejercicios de respiración. El efecto positivo del shinrin yoku permanece en el organismo entre 5 a 7 días.
En cuanto a la frecuencia es recomendable conectarse con naturaleza y bosques una vez al mes, lo que ayuda a mantener elevada la actividad de las células NK (linfocitos que eliminan de forma espontánea células tumorales y células infectadas por diferentes patógenos) lo que permite una menor incidencia de enfermedades como el cáncer.
Antes y durante el recorrido por naturaleza (bosque, playa, otro ambiente natural o de parque urbano) debes eliminar el sentimiento de la prisa, de la ansiedad. Eliminar las preocupaciones y reemplazarlo por el VIVIR EL AHORA, que significa el compenetrarte en el momento que vives. Para lo anterior, ayuda el desconectarse del celular, de la cámara fotográfica o de la radio portátil o de cualquier otro artefacto que uses en tu vida cotidiana en ciudad, oficina o casa.
Activa tus 5 sentidos
1-Activa la vista: Percibe o contempla las diversas tonalidades de verde o de los colores de la naturaleza (flores). También las organizaciones o estructuras existentes en la naturaleza, como por ejemplo la disposición de las hojas en una rama o los pétalos de una flor. Estando ya un tiempo en contacto con naturaleza se activa la agudeza visual, que te permite captar la presencia de elementos pequeños o distintivos de ella que al inicio no se ven.
2-Activa el olfato: Acércate a la fuente de un aroma que domine el ambiente natural o acércate a flores, o toma hojas restregándolas un poco en las manos, o acércate al suelo para sentir el aroma de la arena, tierra u hojarasca. Si tienes árboles a tu alrededor, revisa en el tronco si hay resina para sentir su fragancia.
3-Activa el tacto: Fundamental para despertar la sensibilidad. Para ello toca ramas, hojas, corteza de los troncos, las piedras y los líquenes en ellas. Percibe las texturas diversas, la temperatura, la humedad, la dureza o blandura, la rigidez o la flexibilidad.
4-Activa el oído: Cierra los ojos y concéntrate en los sonidos que emite la naturaleza. Si estás cerca de cualquier fuente de agua podrás escuchar el agua escurriendo. Puedes escuchar también el sonido de las hojas movidas por el viento, si estás en lo alto de un cerro escuchar el sonido del viento, escuchar los sonidos de las aves cantoras o escuchar el crepitar de la hojarasca al pisarla.
5-Activa el gusto: Si estás cerca de un curso de agua bebe un sorbo y mantenlo en la boca para después tragarlo. Si hay frutos silvestres reconocidos como comestible, degústalos como si fuera la primera vez que comes un fruto silvestre.